La conmovedora declaración de Elif ante la prensa le da un punto a su favor, pero si el juez solicita la prueba de ADN, todo habrá terminado para ella. Con menos cartas a favor, Dila echa el resto presentándose nuevamente en la guardería de Günes a la que convence con engaños de que la acompañe para no poner en peligro a Elif.