Úmrun se las promete muy felices, pero la decisión de la Junta Directiva la deja en una posición de debilidad ante Firat que por su parte guarda una sorpresa para su progenitora y su ansia de control. El empresario está realmente enamorado y ahora solo hay una prioridad en su vida. Ante el altar, las dudas asaltan a Dila a la Yilmaz le dejará poca salida.