Pese a sus esfuerzos, Ümran y Sude no consiguen separar a Firat de Elif, pero la matriarca de los Ayaz se guarda un as bajo la manga que dejará a todos descolocados. Ajeno a las intenciones de su madre, Firat se muestra más sincero que nunca con Elif. Yilmaz está acorralado y Dila no parece estar muy por la labor de ayudarle en esta ocasión.