El malévolo de Kendal volverá a sabotear a Ebru y la chantajeará con no contar nada sobre lo ocurrido con Ada si ella se mantiene en silencio respecto a lo sucedido con Narin. Aunque el inspector Ozgu tenga sus sospechas sobre los posibles implicados en el accidente de Ebru, se verá con las manos atadas por falta de pruebas.