Ebru lucha en el hospital entre la vida y la muerte mientras Narin recibirá la noticia de que la verdadera madre de Baran sabe que su hijo nunca murió. Kadriye sabe que todo está llegando a su fin y que la verdad sobre Baran podría ver la luz muy pronto y maldecirá a Mehdi por haberle hecho cómplice de su pecado.