Ebru está aplastando con su bondad a Narin y su buena actitud hace que la hermana de Firat se sienta cada vez peor consigo misma después de todo el daño que ha sido capaz de hacerle a una persona con un corazón tan grande como el de Ebru. Sabe que no es justo seguir callando el secreto sobre Baran y Kadriye hará que recapacite para que cuente la verdad.