Ebru se convertirá en la persona en la que Baran confiará y abrirá su corazón tras una discusión con Ayse y Ebru se volcará en su hijo dándole sabios consejos sobre el amor. Madre e hijo volverán a estar un poco más cerca, pero bajo la atenta mirada de Narin, que no permitirá que jamás se desvele la verdad.