La jornada en el servicio de Urgencias se desarrolla en medio de un apagón que mantiene a oscuras a toda la ciudad. La admisión de pacientes vuelve a sufrir un colapso. Pero la masiva afluencia de enfermos no es el único problema con el que se enfrentan en el Central. Por un lado, se confirma la grave enfermedad de Vilches. Su ausencia, unida a la dimisión de Aimé como jefe de Urgencias, lleva a Dávila a tener que encargarse en persona de la organización de todo el servicio.