Waldo está cada vez más integrado en el hospital, lo que le llena de orgullo, pero echa de menos a su familia y a su novia, Mayarí. Toma la decisión de escribirle una carta, aunque no sabe qué contarle y Alicia le da algunas ideas.
Mónica cada vez pasa más tiempo intentando ayudar a Trini. Esta dedicación tan exclusiva es algo que Javier ya ha aprendido a asumir, aunque puede que tanto interés le termine pasando factura.