Alberto y Virginia mantienen un romance secreto que ocultan incluso al propio Juan. Ella se ha convertido en una reputada periodista que presenta un exitoso programa de televisión y él, tras abandonar la política, es un importante constructor que utiliza los contactos obtenidos en la etapa anterior en beneficio propio. Tras la muerte de la madre de Virginia, decide divorciarse de Pilar y alejarse de los Yagüe y del club empresarial para iniciar una nueva vida. Tras varios accidentes laborales ocurridos en las empresas de construcción de su hermano, Juan descubre que las medidas de seguridad utilizadas no son las adecuadas. Preocupado por el riesgo que se cierne sobre los trabajadores, pide a Alberto que tome cartas en el asunto. Consciente del problema, Alberto exige a su socio que solucione todas las irregularidades para evitar que se produzcan nuevos accidentes. La vida parece sonreír a Alberto y Virginia, pero el destino les reserva un duro revés. El día en el que Alberto informa a