La cita entre Silvia y Félix estaba siendo de lo más plácida y confortable. Los dos se encontraban muy a gusto, parecían tener muchas cosas en común y la conversación fluía con naturalidad. Mientras cenaban, Matías entró a la sala y anunció que iban a poner música para que las parejas pudieran bailar. “Viene muy bien para unir, para juntar y para el amor”, exclamó.