Carlos Sobera ha recibido a Ana en el restaurante sin tener ningún tipo de contacto físico con ella y lo ha hecho por un buen motivo. La soltera tiene fobia social y no soporta que ningún extraño invada su espacio vital ni mucho menos que la toque. Un detallito que ha dejado a Sara, su cita, en shock cuando Sobera le ha soltado un “No la toques”.