El restaurante abre sus puertas para recibir a Antonio, un joven valenciano de 25 años que trabaja en una funeraria. Cenará con Olga, de 23 años, que busca un chico sincero y familiar. Además, Héctor, un repartidor de 28 años, llegará decidido a volver a ilusionarse con el amor. Quizá lo consiga con Verónica, una zaragozana que vive en su barrio.