Al descubrir que sí tendrán la posibilidad de ser padres, y no sin antes reclamar explicaciones a Hülya, Aslan y Devin comunican a la familia una decisión sobre su futuro más próximo. Desarmada y ante la posibilidad de perder a su hijo, Hülya enferma delante de todos, pero esta vez Aslan no está dispuesto a caer en sus juegos de manipulación emocional. La ausencia de Bedri inquieta a Nedret y más aún al enterarse de que está con Ilyaz. Pero ellos dos no son los únicos que tienen cuentas pendientes, Cihan y Hülya también tienen una conversación pendiente al igual que Devin y su padre.