Los resultados médicos le dan a Devin la excusa perfecta para no volver atrás. No se siente capaz de enfrentar a Aslan con la verdad y solo Leyla puede procurarle algún consuelo. Pero antes de irse, la psicóloga tiene una cuenta pendiente que cumplir. Por su parte Aslan ve como sus problemas van en aumento. Sentirse rechazado, los problemas fiscales, la intervención una vez más de Hülya, Tolga, Ilyaz... la bomba está a punto de estallar.