Aslan no puede posponer más su encuentro con Ilyaz. Los dos mafiosos ponen las cartas sobre la mesa e inician una guerra fría que pondrá en jaque a todos los miembros de ambas familias. Ahora nadie está a salvo. Tampoco Devin que tendrá que empezar a defenderse desde el primer momento. Al sentirse culpable de todo lo que está sucediendo, Yagmur huye de la mansión Soykan.