La llegada de Ilyaz a la ciudad pone en guardia a los Soykan. Hasta ahora cada uno ha ido por su lado, pero ahora tendrán que asumir las consecuencias todos unidos. El temido líder de los Koruzade sospecha que algo ha podido pasar con su hijo, pero antes de actuar presentará sus respetos ante Aslan y los suyos. Y, ante toda esta situación, Devin se siente peligrosamente poderosa.