Furioso por no haber conseguido terminar el trabajo, Seyit se marca un nuevo objetivo para hacerle daño a Tekin: su hija Derim. Él, que está muy preocupado por el bienestar de su hija, se da cuenta de que solo puede confiar en una persona, su enemigo Ali. Tekin le encomienda su hija al marinero explicándole el peligro y haciéndole prometer que no la dejará sola bajo ninguna circunstancia.