Ante la angustiosa verdad que le han estado ocultando, Ali decide marcharse de Estambul, pero no tiene demasiada suerte. Intentando distraerse de su dolor, va a un bar donde conoce a alguien que parece entenderle. Mientras, las amenazas que recibió de su padre surtieron efecto y Derim regresa a su casa, donde se comporta como todos quieren y eso asusta a su familia.