Alba y Andrea tienen un nuevo vecino, Tomás. Junto a él aparece Miguel, un violento fantasma que ha estado persiguiéndole durante mucho tiempo con un solo objetivo: acabar con su vida y, así, vengar desde el más allá lo que no pudo compensar en vida. Alba comienza a tomar conciencia de que tendrá que renunciar a una vida normal para enfrentarse a historias como la de Tomás y Miguel, una renuncia que implica apartar de su vida a Pablo. Sin embargo, lo que les une parece más fuerte que ninguna fuerza llegada del otro mundo. Una dimensión que también rodea y atemoriza a Alicia. Ramón, preocupado por su hija, inicia un peregrinaje por médicos especialistas en busca de una solución que aleje definitivamente a su hija de esa extraña arboleda y del Hombre de la Máscara que habita en ella.