El secreto de Aida y Alba está a punto de ser descubierto por la prensa y por sus amigos. La influencer siente cada vez más presión y cuando por fin hace público su embarazo, recibe una oleada de homofobia a través de las redes. Lejos de rendirse, la protagonista utiliza esas críticas para visibilizar los problemas del colectivo gay y continúa con su agenda profesional cargada de desafíos. Además, organiza una fiesta de revelación de género con la asistencia de su amigo y músico Dani Fernández.