Jesús Calleja se enfrenta al reto de escalar 550 metros de pared vertical en el Naranjo de Bulnes. El recorrido cuenta con algunos segmentos en los que apenas se pueden colocar seguros para frenar una posible caída. Para superarlo, el aventurero leonés se somete a un entrenamiento físico, técnico y mental muy exigente: “Nos esperan muchas horas a cientos de metros del suelo, mucho esfuerzo, mucha tensión y hay que tener la cabeza muy preparada”, asegura Calleja.