En 1955, en un pueblo pesquero de Francia llamado Pont-Saint-Esprit (El puente del espíritu), ocurrió un hecho muy extraño. Todos los habitantes de la localidad adoptaron conductas anómalas e incluso terroríficas. Es aún un suceso sin resolver, pero algunos investigadores apuntan a que fue un ingrediente del centeno lo que provocó delirios, alucinaciones en las personas.