Por fin ha llegado el día en el que Kader y Bilal pueden celebrar su amor. Pero lo que prometía ser una fiesta por todo lo alto, queda empañada por la ausencia del padre del novio y por la aparición sorpresa de la policía que deja a todos completamente descolocados, especialmente a Ali que se siente doblemente culpable por todo lo que está sucediendo con Osman.