La Costa del Sol recibe cada verano grupos de mujeres que vienen a ejercer la prostitución en distintos puntos de la zona. “Gano unos 2.000 euros y suelo elegir a los clientes que me gustan”, cuenta una trabajadora del sexo mientras pide una habitación con un cliente británico.En el polígono malagueño de Guadalhorce trabajan mujeres como Dana, de nacionalidad rumana, que gana entre 20 y 40 euros por jornada.