Este curso las tasas universitarias han aumentado hasta un 50% en algunas Comunidades Autónomas, lo que supone un incremento de 540 euros con respecto al año pasado. “Estudiar es un lujo que me puedo permitir gracias a la prostitución”, asegura Vinette, una estudiante de segundo de Traducción e Interpretación que lleva más de un año ejerciendo esta profesión en un local de Barcelona muy próximo al campus universitario.