¿Le gustaría vivir bajo una cúpula o en lo alto de una torre? Son como la guinda de un pastel que corona muchos edificios singulares de nuestro país. En Cádiz, en el siglo XVIII se construyeron sus tradicionales torres miradores, para vigilar y decorar las casas. Aún quedan más de un centenar y en ellas se conservan bellas historias de amor.