Las cámaras de Callejeros entran junto a la policía en un taller sospechoso. Tras la puerta se esconde una "vivienda patera". Hay entre treinta y cuarenta camastros donde malviven otros tantos ciudadanos chinos. Cada uno se alquila a cien euros. Pisos en el centro de las grandes ciudades a precios desorbitados. Lugares en los que en vez de pagar habría que cobrar por habitarlos. Hombres, mujeres y niños hacinados durmiendo por turnos para poder tener un techo en el que refugiarse. Precios imposibles.