Okupas, inquilinos y propietarios, españoles e inmigrantes, conviven rodeados de suciedad y miseria en una antigua residencia de frailes en Madrid. Familias de ocho personas hacinadas en 15 metros cuadrados; viudas sin recursos que deben compartir su casa con extraños para llegar a fin de mes; traficantes del barrio condenados al ostracismo vital, inmigrantes sin porvenir y okupas temporales.