Apremiado por Regina, Marco tiene una conversación con Cacao para terminar de convencerla de que Marquinho es hijo suyo y solo suyo. Aunque la chocolatera sigue sin recordar nada de su supuesta relación, el relato del ingeniero la convence. Con la información recabada en casa de Majoris, Sal y Simone se cuelan en el hospital. Justino insta al señor Monforte a firmar un trato beneficioso para los dos.