Por más que les pese a Simone, Salomé y Rui, Justino ha dejado muy bien atado su patrimonio y para librarse del fideicomiso que gestionará Salomão la mujer y la hija del empresario deberán trabajar. Eso no hace más que incrementar su necesidad apremiante de vender la Hacienda de Itacaré. Allí, desoyendo los consejos de su padre, Cacao se muestra ante los medios para dar a conocer su chocolate. Tiago recibe un mensaje de su padre con una carta de Justino y la foto de Chiquinha, junto con un mensaje de audio en el que le dice que espera que le ayude en su búsqueda.