Cacao recupera la conciencia, pero no la memoria. No recuerda nada de lo sucedido y no sabe ni quién es, ni dónde está. Mientras, a su alrededor, las sospechas sobre su culpabilidad van creciendo menos en las cabezas de Justino y Quim que son incapaces de creer que Cacao sea la asesina de Pipa. En el otro lado de la investigación, Heitor sí descubre quién es el verdadero culpable y le enfrentará cara a cara.