Cacao no quiere ni oír hablar de la fortuna de Justino. A ella lo único que le interesa es que la segunda prueba de ADN de negativo para poder seguir adelante con su vida en Itacaré alejada de todos los problemas. Pero todos a su alrededor parecen negarse a que ese sea su destino. Mientras, en la mansión, Regina y Jaime, gracias a la actuación de Lola pueden comprobar en primera persona la evolución positiva de Justino al que se comprometen a ayudar en secreto y sobre todo a espaldas de Simone y Sal.