La llegada a la hacienda de Sal provoca una auténtica revolución. Su enfrentamiento con Cacao trae consecuencias inesperadas para todos a pesar de la oposición de Marco. Regina sufre un ataque de pánico al enterarse de que la hija de Justino sí está viva, pero su plan de venganza puede irse al traste por las sospechas de Soraia. Lalá cumple con Simone entregándole el testamento de Justino.