Tras ingresar en prisión, Bornay pasa los peores momentos de su vida: sus antiguos socios le amenazan, tiene sus cuentas embargadas, está asustado e incluso es víctima de una agresión. Desesperado por no tener cómo pagar su fianza y salir así de la cárcel, le pide a Pablo que vaya a Suiza a traer dinero de una cuenta secreta suya.