Las palabras de Rauf han calado hondo en Bahar que cambia radicalmente de actitud, Desde ya, no se dejará amedrentar por Aysun y no llorará más por el amor perdido de Demir. La mansión es suya y si ellos quieren seguir en ella, tendrán que verle la cara todos los días hasta que les desenmascare. Hazan no soporta más y decide irse definitivamente de casa.