Todos los vecinos del barrio están consternados con lo que acaba de ocurrir. Remi, que localiza a Paco después de seguir a Gloria desde su casa, organiza un plan para secuestrarle y hacerle confesar dónde ha escondido el dinero. El problema es que terminan secuestrando no sólo al supuesto sacerdote, sino también a Julián, a Gloria y al mismísimo Obispo.