Ana tuvo una relación de tres años con su pareja, pero nunca convivieron. Tras varias rupturas, ella decidió poner fin a la relación y, como respuesta, él se presentó en su trabajo y le asesto varios golpes en la cabeza y el cuerpo con un bate de béisbol. Este suceso tuvo una importante repercusión mediática porque la pareja de Ana era un conocido futbolista retirado. Como consecuencia de la agresión, Ana fue una de las víctimas consideradas en riesgo extremo y a día de hoy todavía cuenta con seguimiento policial las 24 horas del día.