Con tan solo 14 años, Pilar conoció al que luego sería su marido, un joven profesor que le daba clases de refuerzo. Ella siempre se había sentido el 'patito feo’' y, cuando él se declaró, se sintió como si estuviera viviendo un sueño. Sin embargo, la realidad fue otra muy distinta: las continuas exigencias de él y su afán por complacerle acabarían por anularla y someterla hasta convertirla en una chica sin ganas de vivir.