Adolfo, decidido a conquistar a Matilde, asegura a Delfino que la riqueza del padre de Manuel no lo detendrá. Mientras tanto, Prudencia le menciona a Augusta que está escribiendo una carta a Matilde, deseando saber si su nuevo esposo le permite visitarla. Manuel, reflexionando sobre su situación, confiesa al Padre Urbano su arrepentimiento por haber ofrecido pagar las deudas de los Peñalber a cambio de casarse con Matilde