Lidia suscita la desconfianza de Jaime hacia sus principales amigos, incluso hacia su propio hermano, dando a entender que cualquiera de ellos podría haber manipulado el coche para provocar un accidente. La ruptura de Clara y Turbo provoca que ambos necesiten un lugar donde vivir y en esa búsqueda vuelven a encontrarse, pero esta vez ella no parece dispuesta a conceder segundas oportunidades.