Alex insiste en oponerse a que Míriam y Nico se trasladen a vivir en su casa. Carlota y Félix intentan convencerle, sin éxito. Cuando Míriam se entera, tiene unas palabras muy duras con él, acusándole de inmadurez y egoísmo. Alex se siente culpable, pero se resiste a cambiar de opinión. Mientras, María invita a cenar a Raul, agradecida por el apoyo que éste le ha brindado en los momentos más difíciles.