Desde que formalizaron su amor, Luisma y Ainhoa son felices. Por eso, el barrendero intenta que su chica no se entere de sus problemas con las drogas en el pasado y le pide a Barajas que no comente nada al respecto. En cambio, el portero, a pesar de sus buenas intenciones pero lejos de ayudar, empeorará la situación anunciándole a Ainhoa que Luisma en los 90 fue torero. Además, Chema y Jonathan deciden aliarse contra Mauricio. El tendero pretende que el hostelero le arregle el toldo y el hijo de Aída que le compense por haberle frustrado una cita con una chica.