En su enésimo intento por olvidar a Luisma, Paz se apunta a una escuela de bailes de salón por recomendación de Fidel. Sin embargo, tras una primera clase desastrosa, la exazafata decide replantearse su situación y lanzarse a reconquistar el corazón de uno de los dueños de Aidalai. Por otro lado, Chema le da a Soraya una sorpresa muy especial: se llama Mohamed, viene del Sáhara y tiene ocho años.