Fidel y Germán deciden finalmente marcharse a Suecia en su viaje de Erasmus. Al poco tiempo de llegar, el hijo de Chema conoce a un sueco que quiere que le enseñe sevillanas y Germán hace muy buenas migas con las mujeres del país nórdico. Por su parte, Chema echa mucho de menos a su hijo. Lleno de nostalgia, rebusca entres sus cosas fotografías y objetos de cuando Fidel era pequeño. Por otro lado, tras el fallecimiento de una de las ancianas más adineradas de Esperanza Sur, Mauricio hace todo lo posible para sacar partido a esta situación y aparecer en el testamento de la difunta.