Consciente de su alejamiento, Aída emprende un plan de rejuvenecimiento para ganarse la confianza de su hija. Además, Chema emprenderá reformas en su negocio.Aída se da cuenta de que está perdiendo la complicidad con su hija Lorena y que ésta prefiere hacer cualquier cosa antes que estar con ella. Convencida de que el problema es que Lorena cree que ella es una 'carca', Aída inicia un plan de rejuvenecimiento, que va desde usar expresiones que ella cree juveniles, a vestirse con minifalda e ir a la discoteca.