Colombia es uno de los países con mayor biodiversidad en el mundo, por lo mismo, dada la variedad de los ecosistemas, también es uno de los más vulnerables al cambio climático. En este aspecto, el presidente colombiano, Gustavo Petro, representa un cambio profundo con respecto a las políticas ambientales precedentes, mientras que el legado de los Gobiernos anteriores es un pesado lastre con el que ya empieza a lidiar el nuevo Gobierno. Anteponer la defensa de la vida a los intereses del capital constituye, sin la menor duda, una propuesta novedosa en un país en el que la vida ha valido poco o nada. glm/mrg