El uribismo lleva dos décadas en el poder en Colombia y la derecha gobierna desde la conformación en república. Sin embargo, para las elecciones del próximo 29 de mayo, según indican las encuestas, el candidato de izquierda, Gustavo Petro, es favorito para ocupar la Presidencia. La opción encendió las alarmas de la clase dirigente. El miedo se centra en posibles reformas estructurales de Petro al esquema neoliberal, que rige la política económica. Y hay recelo sobre transformaciones en la estructura política, que garantiza el reparto del poder entre las dirigencias. Pero el mayor temor se relaciona con un eventual fin de la impunidad reinante. Buena parte de la actual dirigencia se halla inmersa en investigaciones de la justicia. Funcionarios, políticos, banqueros, empresarios, militares están vinculados a procesos de corrupción, crímenes y fortunas que urgen investigación y explicación. Tales factores han convertido la actual campaña presidencial en una de las más intensas y vio