Los colombianos eligieron dos opciones en la primera vuelta electoral por la presidencia del país. Gustavo Petro superó al resto de candidatos por amplia mayoría de votos (40,34 %), y Rodolfo Hernández se ubicó segundo (28,18 %). El gran derrotado fue el uribismo, que ha gobernado durante las últimas dos décadas. Su candidato no logró pasar a la segunda vuelta. El triunfo de Petro y Hernández es un rechazo a las políticas de Iván Duque en muchos campos, desde el mal manejo dado a la pandemia y la economía, hasta la represión de la protesta social y el destrozo de los acuerdos de paz con las FARC. Pero los candidatos ganadores se ubican en orillas muy opuestas. Tienen diferencias sustanciales, de fondo, no solo de forma. Petro representa al progresismo, la izquierda, y plantea transformar las estructuras económicas y políticas de un país tomado por la corrupción, el narcotráfico y el crimen organizado. Hernández, de derecha, es un acaudalado terrateniente y constructor que representa