El caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa se ha convertido en un verdadero problema para dos Gobiernos en México. La Procuraduría General de la República en la Administración de Enrique Peña Nieto, Jesús Murillo Karam, explicó el caso, desde lo que él llamó la verdad histórica, que concluyó en que un grupo delictivo, los Guerreros Unidos, capturó a los estudiantes la noche del 26 de septiembre de 2014, los asesinó y después incineró sus cuerpos en el basurero de Cocula; los restos fueron arrojados al río del mismo nombre, Cocula. Esta versión de los hechos se logró a través de interrogatorios donde se usó torturas, por lo que ha sido puesta en duda por periodistas, investigadores especializados, académicos y padres de familia de los jóvenes. El Gobierno de López Obrador heredó la investigación y, luego de cuatro años de investigaciones nuevas, se dio a conocer un reporte preliminar en el que se asegura que los jóvenes nunca estuvieron juntos cuando fueron secuest